Pasando a la legalidad

Me tocó cumplir años en Israel. Por un lado lejos de mi casa, de la gente con la que lo festejo año a año pero por otro lado mas cerca que nunca, disfrutando de pasarlo donde estoy hoy, donde vivo día a día y con la gente que acá me rodea.
Empezó a las doce de la noche en una harkada gigante. Estabamos en uno de los dos pisos de la harkada donde se baila en filas y en el momento en el que el reloj marcó la hora exacta me cantaron todos el "que lo cumpla feli", me saludaron, me hicieron llorar y demás.
Para seguir, nos fuimos al primer piso donde cientos de personas bailan en ronda y de golpe quien maneja la harkada anunció por micrófono que era mi cumpleaños y todos nuevamente empezaron a cantarme. Creo que no es suficiente decir que estaba sonrojada.

Ya mas o menos a las doce y media nos volvimos para Naharya y para empezar a festejar nos fuimos a cenar al centro una exquisitas burecas, pero como sabiamos que el viernes nos esperaba un dia largo decidimos irnos a dormir temprano.

Amaneci a eso de las nueve de la maniana para irnos de paseo con un riquisimo desayuno que consistia en tostadas, cereales, cafe con leche y jugo de naranja. Empezamos en Meguido recorriendo cuevas, caminando y obviamente sacando fotos. De ahi nos fuimos a Natzeret (Nazareth) donde almorzamos falafel en un restaurant, paseamos y conocimos la Iglesia de alli.

Finalmente el paseo concluyo en el kibbutz guenigar en la harkada "nostalgia", la harkada donde se bailan los rikudei am mas viejos, aquellos que ya pasaron a formar parte del folclore Israeli, con sus coreografos.

Despues de todo un dia de pasear nos volvimos a Naharya para pasar a los verdaderos festejos... tortas, daikiris, musica, visitas y vestiditos lindos hasta las siete de la maniana.

Y bueno, ahora si, soy imputable.