martes, 27 de abril de 2010

Iom Hazikaron - Iom Haatzmaut


Si hay algo por lo que se caracteriza el judaísmo en general y particularmente la sociedad israelí es por pasar en un segundo del momento mas triste al mas feliz y despues de pasar dos fechas tan importantes acá como son Iom Hazikaron y Iom Haatzmaut, comprobé que realmente es así.
Iom Hazikaron es el día de recordación de todos los caídos en la guerras y las víctimas del terror, y en Argentina siempre es un acto muy emotivo pero lo que se vive acá no tiene punto de comparación, lo que se siente no se puede traducir en palabras.
Tuvimos dos actos. El primero fue uno central de Naharya donde hablaron autoridades locales, se encendió una antorcha, se hizo un homenaje a las victimas de Naharya y se concluyó con el Hatikva.
El segundo fue el acto militar en el cementerio. Un acto mas caracterizado por los silencios que por las palabras, donde cada vacío significaba mas que cualquier discurso.
Tuvimos una clase también muy interesante donde escuchamos canciones representativas de cada guerra y cada étapa de la historia de Israel y analizamos como a través de la música quedó plasmada la reacción de la sociedad ante cada momento. Y para terminar la clase, como no podía ser de otra forma improvizamos una coreografía con la canción "shmor al haolam ieled".
Terminó Iom Hazikaron y automáticamente Israel se convirtió en una fiesta.
Me fui a Rehovot, pase una cena de Iom Haatzmaut compartiendo shipudim (brochetes) al ha esh (sobre el fuego, tipo asado) y viendo por tv el acto central de Ierushalaim.
Al otro día me dedique a pasear y a disfrutar de un Israel distinto festejando 62 años de vida.

Iom Hashoa en Israel


No me acuerdo bien como fue. Me acuerdo que estaba en la escuela hebrea, si no me equivoco en cuarto grado cuando me hablaron por primera vez de la Shoa. Me preguntaba porque nunca antes nadie me había hablado del tema, pero con los años entendí. También entendí porque mi mamá no quería que vea “la vida es bella” cuando la miraban mis hermanos.
Fueron pasando los años y a medida que fui creciendo, fui viviendo Iom Hashoa de una forma distinta. En un principio abría los ojos gigantes intentando saber más de eso que me hablaban, tratando de tener dimensión de lo que había ocurrido y después durante años me fui llenando de peulot, clases y actos que de a poco fueron respondiendo a todas mis preguntas y haciéndome surgir muchas más.
Ahora sí, después de tantos años me toco vivir Iom Hashoa en Israel. Me encontré un día antes en Lohamei Haguetaot, un kibutz en el norte que se hizo en reconocimiento de quienes lucharon en los guetos y funciona allí mismo un museo en memoria de las víctimas de la shoa. Lo resumiría con decir que desde que entré hasta que me fui estuve con un nudo en la garganta. Cada sala del museo me planteaba un interrogante distinto y me daba mil vueltas distintas por cada una de las historias que ya había escuchado una y mil veces y por otras que era la primera vez.
Ese mismo día, erev Iom Hashoa, tuvimos el primer acto en Naharya organizado por una de las escuelas y me resultaba increíble ver como parte de la currícula de un colegio era Iom Hashoa como para mi lo era el 25 de mayo, y como todo acá, por un lado me causaba la envidia de ver como aquello que para mí era algo extra, algo que implicaba un esfuerzo, que me diferenciaba del resto acá todos lo hacían como algo natural, y por otro lado me gratificaba el hecho de que lo sentía y por eso lo había elegido todos los días de mi vida.
El lunes por la mañana tuvimos clase normalmente y a las nueve y media de la mañana nos avisaron que a las diez iba a sonar la sirena. Salimos a la calle y de repente sonó la sirena, nos paramos y la ciudad se paralizo. Quienes iban caminando se frenaron en la posición en la que estaban, los que andaban en auto lo pararon y se bajaron y mi cabeza no podía mas, se me pasaban miles de sentimientos y de ideas al mismo tiempo.
El lunes por la noche tuvimos un acto en Lohamei Haguetaot donde había miles de personas entre gente de tnuá que hace majón, jaialim de uniforme y demás. Muchos discursos, encendido de antorchas, un sobreviviente cantó “shir hapartizanim”, jaialim llevando antorchas y banderas de Israel y videos contando historias que te emocionaban a cada segundo.
Para cerrar estos dos días tan fuertes el acto terminó de la forma que más me emociona: una multitud cantando el Hatikva.
Llegué a Israel y pude sentir aquello durante muchos años solo imaginaba.

Paseo por Rosh Hanikra y Akko


El segundo paseo organizado por el plan también fue al norte y esta vez nos toco Rosh Hanikra y Akko. Cuando salimos no sabíamos bien a dónde íbamos, solo conocíamos las ciudades por nombre.
Empezó nuestro paseo en el museo del kibutz Hanita, uno de los kibutzim que limitan con Líbano que se organizaron como defensa para la creación del estado. Ahí vimos una película con bastante información histórica que me vino excelente para completar las horas de sueño que esa noche no habían sido suficientes.
De ahí nos fuimos a Rosh Hanikra, una ciudad hermosa ubicada entre montañas sobre el mar mediterraneo. Primero vimos el mar a unos veinte metro de altura y después lo tuvimos más cerca cuando bajamos en teleférico a un complejo de cuevas. En fin, un paisaje maravilloso, más que recomendado.
Llegando la hora del almuerzo decidimos ir a un parque que había en la zona y disfrutar de una exquisita falafeada.
Para seguir nuestro recorrido nos fuimos a los jardines de Bahai en Akko, donde se hace de la naturaleza, flores, césped y árboles un paisaje simétrico que da la sensación de estar viendo un cuadro.
Finalmente nuestra última parada fue en la ciudad vieja de Akko donde conocimos, recorrimos y nos nutrimos de historia.

lunes, 12 de abril de 2010

Jofesh de Pesaj


Ahora si, tengo para rato.
Resulta que aca en Israel para Pesaj (Pascua) hay una semana de vacaciones y como no podia ser de otra manera la aproveche para pasear, visitar familia y demas.
Empece el sabado 27/3 yendome con mis tios de Londres, que estaban de visita, a hacer un paseo en bici por todo el Golan. Si, me subi a una bici despues de vaya uno a saber cuantos anios y anduve cinco horas entre montanias, bosques, subidas, bajadas, paradas para descansar y un trecho de 20 mts del barro del que costo mucho salir.
Despues de tan grande aventura nos fuimos a una cabania para descansar y amanecer el domingo a las 10am con una clase de Taichi muy interesante y muy graciosa para quienes la vieron de afuera. Finalmente nos fuimos a almorzar a una playita del Rio Jordan donde hicimos pitot caseras y las untamos primero con hummus y despues con chocolate untable para el postre.
Para seguir las vacaciones me fui a Rehovot para pasar el lunes a la noche la cena de pesaj asi que todo el lunes consistio en la preparacion de la mesa para recibir a las visitas y finalmente cantamos, comimos, tomamos y la pasamos muy lindo.
Al otro dia, tambien en Rehovot, fuimos a pasear a un parque, me comi todo el guefiltefish que habia sobrado, miramos una peli y asi concluyó el martes.
El miercoles amaneci en Rehovot, me fui en tren a Tel Aviv y ahi me encontre con las Kesher Art Girls para ir a Ierushalaim. Viajamos en tren y llegamos tipo 12.30, con hambre y a la estación que esta justo en frente al shopping, asi que no nos quedo otra opcion que atacar un burger king y almorzar ahi.
De ahi nos tomamos un colectivo para ir hasta la ciudad vieja (ven en google "ciudad vieja de jerusalem) y cuando estabamos arriba, para asegurarnos, le preguntamos a una israelí si llegaba a la parte judía y muy convencida nos dijo que si. Ibamos muy entretenidas hablando y vemos que pasamos por la parte arabe de la ciudad vieja y decimos "no, aca no nos tenemos que bajar, esperemos a pasar por la parte judia"... sigue andando en colectivo y vemos que nos empezamos a alejar de la ciudad vieja... para esto que le preguntamos a otros muchachos que estaban ahi y nos dicen que nos habiamos pasado, que nos bajemos de ahi y volvamos.
Nos bajamos. Empezamos a caminar y en una de esas empezamos a ver los carteles de todos los negocios escritos en arabe. Nos miramos entre nosotras y empezamos a caminar sin hablar, sin mirar para los costados y a una velocidad que no nos reconociamos.
Llegamos a la puerta de la ciudad vieja por el lado arabe... basta con decir que tenia la mesquita en frente de mis ojos y no podia creer el color que tenia eso que estaba viendo.
Entramos por esa puerta, caminamos tres cuadras por el shuk arabe a la misma velocidad y de la misma forma que la cuadra anterior hasta que finalmente nos encontramos en una calle llena de judios religiosos comiendo, hablando, gritando, etc. etc., y seguimos caminando y de golpe mire a la izquierda y vi una pared muy linda... sisi, ni mas ni menos que el famoso Kotel Hamaaravi (muro occidental).
Que puedo decir de ese momento? cuando menos me lo esperaba, cuando menos concentrada estaba, de golpe verlo asi y quedarme dura... todos los sentimientos juntos pasaron por mi cuerpo.
y bueno, el dia siguio con una recorrida por el shuk, un poco mas de la ciudad vieja y finalmente salimos y nos fuimos a la Ben Yehuda, una calle muy centrica donde estan todos los negocios, bares y cafes.
Finalmente anochecio y me fui para Tel Aviv para dormir ahi.
No, todavia no termine, yo avise que era para largo.
Jueves y viernes estuve en Tel Aviv paseando con mi flia de ahi, mis tios de Londres y mi primita Noi... que ya esta mas alta que yo, pero bue!
Viernes a la noche cenamos en Holon y sabado a la maniana nos fuimos con Noi a un museo que se llama "azmana lasheket" (invitacion al silencio) que consiste en todo un recorrido con los oidos tapados donde vas pasando por distintas postas de juegos de gestos, muestras, un bar donde pedis con senias y al final te encontras en una sala con una persona sorda y una que le va traduciendo todo en lenguje de senias y se crea todo un dialogo donde te pregunta como te sentiste durante una hora sin escuchar y nosotros tenemos la posibilidad de hacerle todas las preguntas y dudas que tengamos... Muy conmovedor.
Para redondear almorzamos asado, bah, yo comi pesacado mientras que todos comian asado.
Y finalmente el sabado por la noche, despues de una semana volvi a Naharya, a mi casa.

Se puede decir que realmente fue un Pesaj Sameaj.